Buenos días Mamis! Buenos días Papis!
Hoy en el blog voy a explicaros un tema muy personal, pero a la vez creo que necesario compartir. Hoy os quiero hablar del bebé prematuro.
Hace unos días os hable de la rutina de la hora de dormir, os hablé de la diferencia en casa con los dos peques, y os comenté la NO necesidad de brazos del peque pequeño de la casa. Ese aspecto siempre ha hecho que me pregunte si tiene algo que ver que el pequeño de la casa naciera antes de tiempo.
Bien, resulta que el peque pequeño de la casa fue un bebé prematuro, y ¿cuándo se considera que un bebé es prematuro? Pues cuando nace antes de la semana 37 de gestación.
El peque pequeño nació en la semana 36, tuvo prisa por vernos a todos, y por sorpresa, decidió salir un mes antes. El parto fue rápido, y cuando me pusieron al peque pequeño encima parecía un gatito con su respiración entrecortada. El equipo médico fue espectacular, la rapidez de actuación y la empatía que mostraron fue algo que siempre recordamos y agradecemos. Se llevaron al pequeño rápidamente y nos dijeron que lo iban a poner en la incubadora para que tuviera calorcito ya que había salido antes de lo que debía. Nada nos pareció fuera de lo normal. Pero al poco de llegar a nuestra habitación, una pediatra nos informó que el pequeño tenía los pulmones inmaduros, que necesitaba de medicación y aparatos para respirar con normalidad, y que veríamos como iba evolucionando. El peque pequeño se quedaba en la unidad de neonatos, y yo no iba a poderlo coger ni tocar hasta no sabía cuándo.
El relato puede continuar, pero ese punto es el que me hace cuestionar si el no poder estar el uno con el otro, madre y bebé, bebé y madre, hizo que después, el pequeño de la casa, no tuviera necesidad de brazos para dormir, quizás el apego no se había creado como debía.
Pero, ¿cómo definimos el apego? El apego es un sistema relacional que regula desde el nacimiento la relación de proximidad del bebé con el adulto que le cuida, permite buscar protección al servicio de la supervivencia. Está implicado en los procesos de regulación emocional y en la construcción del sentimiento de seguridad que permite explorar al niño el mundo que le rodea y que va a ser fundamental en el desarrollo de las competencias sociales y la capacidad de pedir ayuda en los momentos de angustia o sufrimiento (Bowlby, 1969; Ibáñez et al., 2006).
Y según algunos estudios parece que los factores asociados con más frecuencia a un apego inseguro son el estrés materno intenso, las condiciones socio familiares desfavorecidas y las complicaciones médicas graves.
Esto me hace pensar que quizás no tiene nada que ver, y que simplemente, el peque pequeño es un marmotilla como lo llamamos cariñosamente en casa, y prefiere la cama antes que nada.
Sigo leyendo estudios y sigo buscando información sobre el apego, porque no hay nada mejor que conocer aquello que te sucede alrededor o en tu propia piel.
Deseo que este post os haya gustado, y si habéis pasado por algo parecido, que os haya ayudado a sentiros algo mejor.
Os deseo un feliz día Colorcitos, os espero en el próximo post!